jueves, 2 de febrero de 2012


Mis ojos se entrecierran y le taladran.
-Últimamente estás por la labor de invadir mi espacio vital.- gruño. Haru me cae más que bien, pero me irrita la forma en la que se está comportando hoy.
Hace caso omiso a  mi comentario y se sumerge unos segundos en el agua. Después, se revuelve el pelo húmedo.
Intento pasar por alto la sensualidad que parece emanar de cada uno de sus poros. Maldito Kant, ¿dónde está tu ética formal cuando la necesito? 

(Extracto del relato: ¿Un mini - Nietzsche  vale más que un phronimós?)  

1 comentario:

  1. LOL. Que par dfe dos, y que vision de haru reshulon mijaico. LOL xDD

    ResponderEliminar