lunes, 27 de febrero de 2012

Sí, soy una cansina


Ahora escúchame tú a mí...

Estás hecho de la madera de los grandes, pero tienes que tomar el timón y trazar tu propio curso... ¡No te rindas, a pesar de las borrascas! Y cuando llegue el momento, ¡tendrás la oportunidad de probar el corte de tus velas y demostrar lo que vales!

=3



Simplemente, cierto =3


jueves, 16 de febrero de 2012

Querido Haru: 

Sé que no hay mucho que decir. Nos conocemos desde hace más de dos años y hemos ido evolucionando juntos. Sin embargo, no estoy segura de que eso fuera lo mejor. Tú has mejorado con el tiempo; yo, en cambio, me he convertido en una amargada. No hay nada que me satisfaga lo suficiente, el vacío me persigue y se oculta tras mi risa. No encuentro mi lugar. 
Tú eres de lo poco que queda de aquella vivaz Any de dieciséis años. Quizás es por eso que me cuesta tanto terminar tu historia: porque tengo que enfrentarme a ver lo mucho que he cambiado, y no me gusta. 
La Any que te creó pensaba firmemente que todo iría bien. Es irónico que un pensamiento tan positivo diera como resultado a alguien tan melancólico como tú, pero ahora todo cobra sentido. Tú eres yo - una parte de mí. Y esa parte está en auge últimamente, aunque sin tu fuerza, ni tu valor, ni tu talento. Haru, eres especial. Yo, en cambio, soy una mediocre en un mundo de mediocres. Ni el dibujo ni la escritura se me dan lo suficientemente bien. Quizás es cierto que soy un ratón de biblioteca y sólo funciono cuando se trata de leer libros. 
De todas formas, tranquilízate. Así como es cierto que tengo tu melancolía, también tengo el aplomo de Claude, el carácter de Elle y el humor de Matt. Y, al contrario de lo que puedan pensar los demás, eso puede hacerme más libre: soy el Demiurgo de mi propio mundo y, a la vez, la compañera insaciable de todas las aventuras que los que son como tú viven. 


Any

P.D. ¡Sólo me queda un cuarto de tu historia (aproximadamente)! 

jueves, 9 de febrero de 2012

Sí, últimamente estoy lúcida



Sí, querid@s míos. Video subtitulado = capítulo terminado. Además, este capítulo es especial porque se muestran muchas cosas de Matt. A partir del comienzo de la segunda parte, la dosis diaria de Matt está asegurada. ¡Oh, yeah! 
Aunque... creo que sigo prefiriendo a Haru. Con lo que me gustan a mí los grunge coñeros, y me decanto por el artista atormentado. Aiiiis U.U No tengo remedio. 

P.D. Sí, es una canción de Take That. Sí, Any escuchando pop. Tranquilos, sigo siendo yo, pero esta canción sonaba mucho en casa por obra y gracia de mi madre (otra que tal, metalera desde sus años mozos y escuchando pop británico, rara combinación) y me gusta pensar que rondando por 2007 Haru, Matt, Claude y Elle ya estaban burbujeando en mi interior =3 

martes, 7 de febrero de 2012

Más delirios.

Hoy fue un día en el que un velo de sueño me acunó por la noche. Sí, suena raro, pero es cierto: ¿qué mejor forma de definir ese sueño que intermitente, ligero... que te permite descansar, aunque no lo suficiente?

Me planteé la idea de quedarme en cama. El estómago me estaba atormentado de nuevo. Sin embargo, debe haber algo en mí de esa Ética Formal de la que Kant tanto hablaba, porque reuní fuerzas para levantarme a pesar de que me sentía morir por dentro. 

Fui a clase. He de decir que adoro aprender, pero todo es demasiado monótono. ¿Por qué, por una vez, no podemos aprender del viento y del mar? Nunca duermen y son libres. 

Abrí el Google con un Red Bull en la mano y los párpados hundidos. De pronto, caí en la cuenta de que era siete de Febrero. Siete de febrero, como la fecha del cumpleaños de mi tío; como la fecha de otro cumpleaños, pero esta vez de un personaje ficticio (Algunos habréis oído hablar de Emily. Pues eso). Y doscientos años del nacimiento de un escritor que ya en nombrado en entrada/s anteriore/s: Charles Dickens.

Resulta significativa la manera en la que algunos se vuelven inmortales escribiendo. Ni Piedra Filosofal, ni Elixir de la Eterna Juventud. Qué va: todo se basa en puro talento y, sobre todo, una férrea decisión. 

No estoy hablando de que quiera conseguir la inmortalidad aunque, de hecho, me sentiría increíblemente halagada. No, no puedo ser tan ambiciosa. Pretendiendo ser inmortal, como los grandes, me siento prepotente y mezquina, porque sé que no llego ni a la suela de los zapatos de muchos de ellos. Yo me conformo con que alguien me lea  y diga: ¡Vaya! ¡Me ha gustado! Quiero que mis cosas signifiquen algo, aunque sólo sean palabras. Wittgenstein decía que los límites de su lenguaje eran los límites de su mundo. Pues bien. Yo quiero llegar al punto en el que el límite de mi lenguaje, de mis letras, se encadene al de otras personas. 

Quizás os parezca una gilipollez, pero a mí me parece la mejor forma de vivir. Tengo una ilusión, y puede que eso me amargue a veces, pero otras estoy tan contenta que no sé ni de donde saco esa vitalidad. Pero no importa: uno no sabe qué es la felicidad hasta que ha pasado por un momento difícil. ¿Os imagináis una vida totalmente rosa y llena de florecillas? No sabríais que estáis contentos porque nunca experimentaríais nada distinto. No conocer la tristeza implica saber poco de la felicidad. 

Quién sabe si uno de mis antepasados no era un Romántico de la talla de Lord Byron, y una parte de esa forma de vida ha llegado a mí (Por soñar, que no quede ;)) Porque, ¿acaso había alguien más temperamental que un Romántico? No. Muchos de ellos estaban hundidos y, sin embargo, albergaban mucha más pasión de la que otros, en su insípida vida, no pudieron disfrutar. Todo tiene un precio, y ellos prefirieron mirar al abismo y arriesgarse a convertirse en él (Nietzsche, Nietzsche everywhere. Hoy estoy filosófica, dejadme. Creo que es el RedBull) 

Sé que me he extendido demasiado para venir a pedir sólo una cosa. Después de meses y meses, necesito despegar de nuevo, y preciso APOYO. Sí, apoyo, porque la mayoría de aquellos que tenemos una pasión tememos errar en ella. Porque, en ocasiones, tardo horas en dormir preguntándome por qué cojones escribo, y no encontrar la respuesta, pero sentir un hormigueo incesante que continúa quitándome el sueño. 

Este proyecto me está costando horrores, y a veces pierdo la confianza en mí, y en él. Y no. Haru no se merece eso. Haru, queridos míos, es un nuevo Werther. 
Y preparaos, porque en el nuevo libro habrá un nuevo Fausto. 


Sed libres. 
Any. 

domingo, 5 de febrero de 2012

Incongruencias, incongruencias everywhere

Afirmar que te volverías lesbiana por Haru 
es como decir que te volverás vegetariana por un cacho de carne, 
como vivir en una ensalada y no gustarte la lechuga. 
Sí, me gusta delirar. 
Pero sé que os gusta que delire. 


Ouuuuu yeah! 


P.D. Quiero un gato! Miau, miau 

sábado, 4 de febrero de 2012

Grau

El mundo se vuelve aún más gris
cuando, mientras estás reflexionando, 
caes en la cuenta de que las personas que mejor te comprenden son aquellas que no existen. 

jueves, 2 de febrero de 2012


Mis ojos se entrecierran y le taladran.
-Últimamente estás por la labor de invadir mi espacio vital.- gruño. Haru me cae más que bien, pero me irrita la forma en la que se está comportando hoy.
Hace caso omiso a  mi comentario y se sumerge unos segundos en el agua. Después, se revuelve el pelo húmedo.
Intento pasar por alto la sensualidad que parece emanar de cada uno de sus poros. Maldito Kant, ¿dónde está tu ética formal cuando la necesito? 

(Extracto del relato: ¿Un mini - Nietzsche  vale más que un phronimós?)  

miércoles, 1 de febrero de 2012

=3



Sí, exacto. Si pongo una canción con traducción es que he terminado otro capítulo más. ¡Por fin!
Sé que he dicho que la segunda parte comenzaba con el capítulo anterior (Sí, de ése no informé... Reconozco que se me olvidó. Su título: Road to nowhere, de Bullet for my Valentine. Hablaremos ahora de él) pero The Kill (Capítulo XIII) no supuso ese punto y aparte que necesitaba. 
De manera que Road to nowhere pasó a ser el capítulo XIV y el último de la Parte I. Creo que nunca me ha costado escribir tanto un capítulo. Se me ha hecho muy duro narrar algunos acontecimientos... que, cómo no, descubriréis cuando el libro esté terminado =3 
¿Y qué hay de Lullaby? Pues... Escribirlo ha sido mucho más fresco, como perder esa aura de pesadumbre. ¿Quizás es por Maziu, que comienza a ganar cada vez más protagonismo? ¡Chan chan chan!

La respuesta, ¡en el libro!
(A ver si ahora arranco de una vez, chicos. Lo estoy intentando =3 ¡Que la Trifuerza esté conmigo en este arduo viaje!)